Definir a Sotomayor como candidata al Tribunal Supremo de los Estados Unidos no es tarea sencilla.
No basta con decir que es “de ascendencia puertorriqueña”.
El que sea de ascendencia puertorriqueña no la cualifica automáticamente como la candidata ideal para el puesto, como tampoco la descalifica.
No es casualidad que un Presidente de raza negra decida nominar a una candidata de ascendencia hispana.
Definitivamente el Presidente Obama desea enviar un mensaje contundente al Pueblo de los Estados Unidos y al mundo: Estados Unidos es un país de pluridades, Estados Unidos es un país de oportunidades, Estados Unidos es un país que se desarrolla y reinventa.
Pero dejando a un lado las consideraciones raciales o culturales, debemos mirar más allá.
Debemos mirar su formación profesional. Su formación como individuo. Su desempeño como abogado y jurista.
Nacida en el Bronx, de padres puertorriqueños. Su padre muere cuando ella tenía nueve años. Le toca ser criada por su madre.
Se gradúa de la Universidad de Princeton, Summa Cum laude.
Obtiene su grado De Juris Doctor de la Universidad de Yale. Allí forma parte del cuerpo de editores de la prestigiosa revista jurídica de dicha universidad.
Trabajó como asistente del Fiscal de Distrito para la Ciudad de New York. Pasó luego a la pr’actica privada, para luego ser nominada por el Presidente Bush (padre) como Juez de Distrito para el Distrito Sur de New York.
En su carrera como Juez, le tocó decidir en algunos casos de renombre e importancia. Allí es donde los críticos encuentran difícil definirla como liberal o conservadora.
En asuntos de armas: considera que el gobierno tiene amplia discreción en limitar el derecho a la posesión de armas de fuego.
En asuntos de aborto: aparenta mostrar posturas en contra del aborto.
En un caso de Afirmative Action: desestimó un caso donde unos bomberos de raza blanca buscaban una promoción en sus puestos, que habían ganado por pasar un examen, simplemente porque ningún bombero de raza negra lo había pasado.
Definitivamente, el senado de los Estados Unidos aprovechará las vistas de confirmación para debatir más sobre los puntos que diferencian a un Republicano de un Demócrata, que sobre los verdaderos méritos de la nominada.
Solo esperemos que en ese proceso, recuerden que la idea es buscar a una persona con integridad moral, claridad de pensamiento, profundo conocimiento jurídico, sentido de equidad y justicia, visión, y auto control.
NO es el futuro profesional de una mujer lo que esté en juego. Es el futuro de toda una nación. La nación aun más poderosa del planeta. Dios permita que sepan decidir correctamente. Y que si la confirman, o mejor dicho, al que confirmen, que sea un BUEN Y HONORABLE JUEZ DEL TRIBUNAL SUPREMO.
Nota: Datos tomados de:
http://www.politico.com
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